Pacific Rim

Que ganas que se tenía del regreso del amigo Guillermo del Toro. Desde su notabilísima Hellboy II, que no teníamos al director mexicano detrás de las cámaras como tal.

Años duros han sido desde la cancelación de “En las Montañas de la Locura”, adaptación de la historia de H.P. Lovecraft, producida por James Cameron, así como su abandono en la dirección de “The Hobbit” por malos entendidos con Peter Jackson que volvió a coger el timón (que bien habría quedado la adaptación del libro de J.R.R. Tolkien en manos del mexicano, pero es lo que hay).

Pero del Toro no abandona, él se monta su historia y para adelante.

Es turno de coger lo que más le gusta y pasarlo a la pantalla grande, y que grande madre mía. Hablamos de Mechas, esos robots enormes salidos de Japón y pilotados por soldados o personas preparadas para ellos. ¿Y aquí acaba todo?, pues no. Tenemos a los enemigos de estos robots enormes, en este caso, alienígenas, pero de un tamaño descomunal.

¿Y con esta suma que tenemos? Pues un claro homenaje a “Evangelion”, y a otras obras niponas del mismo carácter (Mazinger Z). Olvídense de “Transformers” y de cosas similares. Aquí los Mechas son ENORMES, descomunales, con unos detalles impresionantes, así como sus antagonistas, pero la gran diferencia es que aquí todo se entiende y se disfruta, desde su prometedor inicio (uno de los mejores arranques que se han visto en el cine este año), hasta su épico final.

Hay que tener claro una cosa, está película tenía un hype bastante potente y elevado, y miedo daba que no decepcionase, sobre todo después de las declaraciones del maestro Hideo Kojima, que la dejaban a la altura de las grandes obras maestras de ciencia ficción.

Sinceramente, Kojima, patinó un poquito, a nivel visual estamos ante algo espectacular, que llenará de babas a cualquier friki de mechas (y al que no lo sea también). Pero hay que tener en cuenta que la historia es de las más planas habidas y por haber (como ya pasa en las series de anime tipo Mazinger Z).

¿Esto es malo? No, para nada. La película que más recuerda a uno cuando acabo el visionado de Pacific Rim es Starship Troopers. Excelente obra de Paul Verhoeven que trataba de la lucha de humanos contra insectos gigantes. Una película que ya es un clásico.

Pues lo mismo ocurre en Pacific Rim, aquí lo que importa son las tortas, y la verdad, es que no hay queja ninguna. Guillermo sabe que se ha de ofrecer en cada momento, y como mostrarlo para que no nos perdamos detalles. Si bien, después del bestial inicio, la película se desinfla un poco para presentar a los planos personajes, todo vuelve a coger el turbo cuando de nuevo, los soldados se meten en la cabeza de sus Mechas y empieza la hora de las tortas.

A nivel técnico no hay queja, y aun tratándose de una película que simplemente cumple a nivel de guión, con actos totalmente previsibles, en todo momento se nota quien es el director que está detrás de la cámara, y eso gusta.

Es un blockbuster, y no pretendía ser más, si alguien buscaba una historia filosófica con giros de guión va muy mal encaminado o no ha visto ningún tráiler. Esto señores, es robots enormes contra aliens enormes, no hay más. Diversión pura y duro muy bien dirigida y con sus cameos enormes (brillantes momentos del Toro 100% de la casa). Y si buscas realismo o demás, tampoco es tu película amigo. Esto es cine made in Hollywood/Japan, así que a disfrutar de esta maravilla que nos trae Guillermo del Toro sin pensar en dramas ni personajes ambiguos. Esto se llama un excelente espectáculo visual. Un gran regreso de un gran director.

Si se puede, obligado el visionado en versión original, alguna que otra voz les resultará más que familiar a los gamers. A Guillermo del Toro también le encanta Valve.

Lo mejor: Las batallas, largas, espectaculares y sobretodo, se entiende todo (toma nota Michael Bay). Claro homenaje al anime japonés de Mechas. Los efectos especiales. Da lo que prometía, ni más ni menos.

Lo peor: El guión, no es malo, pero no sorprende por ser previsible en todo momento, cosa que ya se sabía, es una historia de Robots gigantes.

Puntuación: 9