M. Night Shyamalan, aquel director y guionista que dejo a más de uno de piedra con sus dos grandes primeras películas, “El Sexto Sentido” y la excelentísima “El Protegido” (gran homenaje al cómic de superhéroes), vuelve a la carga (Nota personal: “El Bosque” me pareció otra gran película).
Shyamalan ha sido siempre, injustamente o no, vapuleado tanto por crítica como por parte de público, ya que, después de sus dos o tres primeras obras cumbres, arriesgo y mucho con “La Joven del Agua”, odiada por algunos, adorada por otros (segunda nota personal: fantástico cuento infantil), la flojísima “Señales” o la decepcionante “Incidente” (“The Last Airbender” es otro cantar).
Un nuevo salto, una nueva jugada arriesgada era lo que le hacía falta al amigo Shyamalan, y para eso unió fuerzas con el todopoderoso Will Smith (gran actor donde los haya pero en sus horas más bajas a nivel cinematográfico).
Pues arriesgar más bien poco, “After Earth”, la nueva película de Shyamalan, producida y protagonizada por Will Smith es lo que se podría llamar uno de los mejores panfletos de la “querida” Cienciología, donde Will Smith cada vez está más metido.
Pues arriesgar más bien poco, porque poner como protagonista el hijo de los Smith (¿alguien les dirá a sus padres que este chico no sabe actuar?) es más bien hundir la película hasta el fondo, a nivel artístico claro, a nivel taquilla nunca.
La película promete en sus inicios. El primer cuarto de hora hace pensar que veremos un festival de acción y de palomitas que nos harán retomar las buenas películas de Sr. Smith, pero nada más lejos de la realidad, menudo tostón nos viene encima. Si bien recuerdan aquel capítulo de la serie “Padre de Familia” donde el perrito Bryan acompañaba a un ciego a ver “El Proyecto de la Bruja de Blair” y le narraba la historia tal que así: “no pasa nada, no pasa nada, no pasa nada… fin”, pues esto le valdría igual a la película a comentar. Hora y tres cuartos de no pasa absolutamente nada, ah sí espera unos monos, pero sigue sin pasar nada.
Aburrimiento atroz en una historia previsible, donde se intenta mostrar y elevar la unión entre un padre y un hijo que más se muestra como un padre quiere colocar en el mundo del cine a un hijo que le queda aún mucho pero mucho para ser algo más que un extra, porque aguantar el peso de una historia, más bien no, y eso que hablamos de una historia de lo menos original.
A nivel dirección, Shyamalan cumple sobradamente, pero no arriesga absolutamente nada, se limita a mostrar los paisajes boscosos, algún que otro croma y los rostros inertes de Will Smith y su hijo, Jaden Smith. Muestra algún detalle donde parece que la película va a despegar, pero nada de nada.
Con el año tan redondo que llevamos de estrenos potentes, tanto Will como Shyamalan, se han equivocado de época para mostrar una de esas películas que colarían como tv movie de Antena 3 un domingo a la tarde, porque para poco más.
“After Earth” es eso y nada a la vez, una historia estúpida y planfetaria, que no aporta nada nuevo, ni a nivel interpretativo ni a nivel de guión, ni artístico ni nada, pero que si lleva a una conclusión, o M. Night Shyamalan y Will Smith se ponen las pilas, o empezarán a caer empicados (sigo sin entender como Will Smith descartó ser Django en la obra maestra de Tarantino para rodar esto).
Puede que haya gente que le guste, puede que gracias a programas como “El Hormiguero” la película haga taquilla por aquí, pero lo que está claro es que tanto Will, Shyamalan y Jaden Smith se han estampado con su nave en el planeta Tierra, y de qué manera.
Tenía toda la pinta, pero gracias, es una de esas pelis que evitaré malgastar el tiempo viéndolas.